El Libre. Parte III. Un receso

La última vez había quedado en el momento en el que El Libre se fue para Argentina. Pero no sé por qué me temo que no voy a escribir más sobre El Libre por un tiempo. Así que los dejaré con la incógnita de lo que ha pasado hasta aquí. Ya lo retomaré, eso con certeza, pero creo que no es el momento. Vamos a esperar que se aclaren los nublados del día, dijeron mis compatriotas cuando no sabían si declarar independencia o no. Pues a veces, no sale tan mal tener un poco de paciencia.

Así que sólo diré que, como siempre se lo digo a él «Usted es el hombre más lindo del mundo y me cae bien».

Por ahora estaremos un poco libres de El Libre.

El Libre. Parte II

08 de octubre…esa fue la fecha que El Libre le dijo a alguien en facebook que volvía. Ese día estaba yo haciendo unos mandados en la calle, era casi la una de la tarde cuando decidí que tenía que llamarlo. Podría haber esperado más, pero no me aguanté las ganas y me fui a buscar un teléfono público y lo llamé. Tenía miedo de que su número no fuera el mismo…espera…no contesta…»Aló»…Saben aquellas situaciones incómodas donde uno no sabe qué decir, porque la verdad no es posible decirla «Hola, te llamo porque estoy enamorada de vos y durante los dos meses que no estubiste pensé en vos, te escribí cartas, poemas, como si fuera una adolescente, me pregunté si algún día volverías…», pero lo que dije fue «Hola, cómo te fue en el viaje», «Bien, qué está haciendo, está ocupada por la noche…», «No», «Puedo pasar por su casa…», «Sí».

Tocan la puerta, yo sé que es él, abro…no hay nadie..veo para la izquierda…no hay nadie…veo para la derecha…él, estaba escondido. El Libre tiene una cosas que es que me hace reír mucho, y eso me encanta. Se queda parado frente  a la puerta con una bolsa con algunas cosas al hombro. «Hola», digo. «Hola», dice. No hago nada, no sé qué hacer, de nuevo una cosa es la que quería hacer y la otra la que debería de hacer en esas circunstancias. Él avanza y me da un beso en la boca, me abraza. Yo, me relajo un poco.

En la bolsa que traía al hombro tenía cepillo de dientes, pasta, unos calzoncillos, cosas básicas para pasar una noche y de hecho la pasó aquí. Las veces que estubimos juntos antes de que él viajara siempre fueron un poco extrañas, llegué hasta a dudar si sexualmente nos llevaríamos bien, pero esta noche, esta noche me cambió todo mi punto de vista, desde esa noche y hasta hoy puedo decir que con El Libre me siento relajada, satisfecha, es sólo verlo, sentirlo, acariciarlo, que no necesito nada más, no importa si acabó de levantarse, o si está volviendo de un juego de fútbol, no importa si hemos bebido vino o acabamos de cenar, no importa si vamos por la calle y lo veo caminar en frente, él me provoca, qué le puedo hacer, como dije, desde el primer día que lo vi, desde el primer segundo él me provocó y hasta hoy lo sigue haciendo.

A partir de ese día continuamos viéndonos, en su casa, en mi casa, en un bar, en el cine, en la calle. Tanto que un día la señora que iba a limpiar su casa le preguntó «ella es su novia»………………………Cambio de tema.

Dos días después «Libre, ya van dos personas que me preguntan si somos novios, me gustaría saber qué somos. Porque nos comportamos como tales, pero bueno, yo te llamo para que nos veamos, vos nunca me llamás, pero siempre aceptás que venga a verte, a veces no entiendo qué querés», «No necesito ponerle nombre a las cosas, además estoy en un período narcisista, quería estar solo, hacer mis cosas, sólo pensar en mí». Pero como dije antes, El Libre es un poco contradictorio y aún así nos seguimos viendo, seguimos saliendo, sin nombre en la relación. Él cada cierto tiempo recordándome que no quería tener una relación formal. Había días que yo no entendía nada…No era lo que él estaba buscando ahora, pero pasó y continuó pasando…

El Libre comenzó a quedarse en mi casa, primero un día, después dos, después todos los días. Y no me molestó.

«Me voy para Argentina, tengo que resolver unos papeles, no sé cuánto voy a durar allá». Eso, sólo eso, ni más ni más. Igual no éramos novios, igual éramos, no sé qué, pero no había una relación, o al menos eso era lo que él creía.

Se fue…

Pero esto no acaba aquí…